Lo primero es la actitud. La familia real ha decidio cambiar la estrategia de mantenerse aislada y oculta, mientras Harry y Meghan monopolizan todos los medios y se encargan de exponer una serie de vivencias negativas durante su estadía en el reino Unido integrando la realeza.
Han sido el rey Carlos III y los príncipes de Gales quienes este jueves han aparecido sonrientes y hasta con rostros de satisfacción, para asumir las nuevas actividades reales. Precisamente, el monarca es el que más contacto directo ha tenido con la gente, ya que se encuentra en Escocia junto a la reina consorte Camila.
Carlos III, quien para su coronación en mayo próximo decidió dejar fuera de toda obligación real al príncipe Harry, departió con los vecinos en Aboyne y Mid-Desidee Community Shed. El monarca estuvo particularmente expansivo y sonriente con las personas que acudieron a verlo llegar a unas pequeñas fábricas artesanales especializadas en el tallado de madera y piedra.
El rey lució una típica falda escocesa de caza y llegó hasta el lugar conduciendo su automóvil, señales que dan a entender que está retomando su vida habitual, dos días después que el libro autobiográfico de su hijo menor saliera a la venta en las librerías de todo el mundo.
El dignatario asistió solo a este compromiso real, pese a que está en Escocia con la reina Camila, una de las principales afectadas con las memorias de Harry, quien no tuvo contemplaciones en tratarla de "villana" y de reconocer que nunca estuvo de acuerdo con que su padre se casara con ella y sustituirla tras la muerte de Diana Spencer.
La reanudación de sus tareas reales, luego de un período de descanso tras las fiestas de fin de año que coincidió con la campaña de lanzamiento de "Spare", el libro de Harry, ha sido interpretada por los expertos reales en un signo de los nuevos tiempos que pretende imprimirle la familia real al período previo a la coronación de mayo próximo.
Hasta ahora, ninguno de los miembros de la realeza ha salido a comentar el contenido del libro de Harry ni tampoco a referirse a lo dicho por el duque de Sussex en distintas entrevistas concedidas previa al estreno en las librerías de la autobiografía. Solo se ha sabido que internamente la molestia y desconfianza han llegado a tal nivel, que ningún integrante directo de la familia real -tíos y primos de Harry-, quieren estar con él porque consideran que cualquier interacción podría ser ocupada como material para un relato futuro o una segunda parte de "Spare".