Sarah Ferguson (63) pasó de estar considerada una de las mujeres mimadas de la familia real, a ser prácticamente una paria cuando se divorció del príncipe Andrés, en 1996, luego de mutuas acusaciones de desafectos y deslealtades.
La duquesa de York estuvo una década junto a Andrés, fue muy cercana a su cuñada, Diana Spencer, y en los medios siempre fue mirada como un aire rejuvenecedor de una vetusta realeza, aun cuando muchos de sus gestos y comportamientos se salieran de la formalidad.
Sin embargo, la perspectiva positiva cambió cuando ella y su esposo, ya con sus hijas Beatriz y Eugenia a cuestas, comenzaron un quiebre sentimental que duró meses y que derivó en un divorcio muy publicitado, infidelidades recíprocas de por medio.
Pero si hubo alguien que nunca le perdió el afecto fue la mismímisa reina Isabel II, quien se encariñó profundamenta de Fergie mientras fue esposa de su hijo preferido, Andrés, ya que ella representaba para Su Majestad la mujer extrovertida y simpática que su cargo real nunca la dejó ser.
Sarah Ferguson le escribe un poema a Isabel II
Es bien sabido que una vez que pasó la tormenta y Andrés quedó muy mal ubicado al conocerse sus vínculos con la mafia de tráfico sexual de su amigo, el fallecido empresario Jeffrey Epstein, Isabel II le pidió a su ex nuera que la ayudara con su hijo, sobre todo para reordenar su vida después del escándalo del duque de York por presunto abuso sexual que cometió con una menor de edad.
Fergie, quien ha logrado una independencia económica gracias a su desempeño literario como escritora, accedió a la petición más por el cariño que siempre le profesó a la desaparecida dignataria que por el amor a su ex esposo. Fue así que desde hace más de dos años, Sarah Ferguson y su ex marido comparten una casa, con dormitorios y áreas separadas, lo que le permite a la duquesa tener cierto control sobre su cuestionado ex esposo.
Sarah, quien pasó la Navidad de 2021 con Isabel II, como para establecer el grado de cercanía que llegaron a tener, le dedicó este fin de año 2022 un poema escrito a mano a Su Majestad, agradeciéndole su amistad en los momentos complejos y subrayando cuánto la extraña.
"Como las prímulas aparecen en las orillas de Windsor tan claras, nuevos comienzos, nuevos caminos, nuevos arcoiris para ver, estás escondida en nuestros corazones aunque separados, así que bienvenido 2023 sabiendo que eres libre. Feliz año nuevo", fue el poema con el que homenajeó a quien consideró su amiga, más allá del cargo que ostentó Isabel II.
El poema encontró entre los seguidores de Sarah Ferguson, quien lo publicó en su cuenta de Instagram, una muy emotiva acogida, porque según lo comentarios, Fergie sí "fue una amiga leal y cercana", "auténtica y no interesada", de la desaparecida dignataria.