Celebridades

Las penosas muertes de las otras dos reinas de Inglaterra

La reina Ana Estuardo y la reina Victoria se fueron apagando con varias enfermedades a cuestas. Una debió ser enterrada en un ataúd especial y otra tuvo un accidente del que nunca pudo recuperarse

La reina Ana Estuardo fue la primera monarca de Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia e Irlanda). Su vigencia en el trono se extendió desde el 8 de marzo de 1702 y de Gran Bretaña e Irlanda desde el 1 de mayo de 1707, cuando Inglaterra y Escocia formaron un solo reino, hasta su muerte en 1714.

Nació el 6 de febrero de 1665, en Londres. Fue la cuarta de los ocho hijos de Jacobo, duque de York, quien sería rey Inglaterra, y de Ana Hyde. Ella y María, su hermana mayor, fueron las únicas que llegaron a la edad adulta. Vivió en Francia junto a su abuela Enriqueta María y a su tía Enriqueta Ana, duquesa de Orleans, mientras e recuperaba de una infección ocular.

A los 5 años edad, volvió a Inglaterra y junto a su hermana crecieron en Richmond, Londres, donde fueron educadas casi sin  ver a sus padres bajo una estricta orientación protestante, pese a que Jacobo II se convirtió al catolicismo. Ana se casó con el príncipe Jorge de Dinamarca y fue la última reina británica de la casa de los Estuardo, ya que le sucedió Jorge I, su primo segundo, perteneciente a la Casa de Hannover.

Sus años de monarquía vivieron tensos conflictos vinculados a la sucesión del trono, pues ni ella ni su hermana tuvieron descendencia adulta, lo que originó que su otro hermano, Jacobo Francisco Eduardo, reclamara la corona.  Ana tuvo 17 hijos, pero solo uno de ellos, Guillermo Enrique, superó los 2 años de vida, aunque murió a los 11 años.

Logró ser reina unificada por siete años, paralelo a la guerra de sucesión en España. Su gran objetivo fue transformar en un solo reino Inglaterra y Escocia, lo que logró el 1 de mayo de 1707.

La reina Ana Estuardo sufrió un ataque de gota que se complicó con infecciones bacterianas en la piel. A los 49 años, la fiebre crónica que le afectó y los abscesos le provocaron en un accidente cerebrovascular que le produjo la muerte en el palacio de Kensington. Según detalles de su biógrafos, el cuerpo de la reina Ana desarrolló una hinchazón de tal magnitud, que debió ser colocada en un ataúd el doble de ancho de su peso normal cuando fue enterrada en la abadía de Westminster.

La reina que cayó de una escalera

Victoria estuvo 63 años y 216 días en el trono, el segundo más largo luego de la reciente fallecida Isabel II. Asumió el rol de reina a los 18 años, una vez que sus tres tíos paternos murieran sin descendencia legítima. Pese a no medir más de un metro y medio de estatura y de tener un aspecto corpulento, llegó a ostentar una imagen de popularidad y simpatía.

Su extenso mandato fue un ejemplo de un sólido cumplimiento de los valores de la época, aun cuando políticamente no tuvo mayor injerencia en el destino de su reino. Victoria fue la última representante de la Casa de Hannover.

Victroia, considerada "la abuela de Europa", colaboró para que sus nueve hijos y más de la mitad de sus 42 nietos se unieran a otros integrantes de la realeza o nobleza del Viejo Continente. Le tocó conducir un período en el que el imperio británico se expandió a lo largo del mundo.

En 1883, Victoria sufrió un accidente en las escaleras del castillo de Windsor, y debió movilizarse en una silla de ruedas durante cuatro meses. Nunca pudo superar la caída y sufrió reumatismo por el resto de su vida, que le impedía caminar con normalidad. También, sobre el final de su reinado, sufrió de cataratas y su visión se vio muy disminuida. Murió en la Isla de Wight el martes 22 de enero de 1901.

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