Después de dos años, el tradicional evento Royal Ascot regresa. La carrera de caballos que reúne a la realeza y se convierte en una pasarela de extravagantes looks, dio inicio este martes y concluirá el próximo 18 de junio. La reina Isabel II fue la gran ausente pero se espera su presencia en los próximos días.
El príncipe Carlos y su esposa, Camilla de Cornualles, fueron los encargados de inaugurar esta celebración pues con la ausencia de la monarca, su primogénito se encargó de lo principal. Los ojos estarán puestos en los 10 caballos que Su Majestad tiene en competencia, se sabe que es gran amante de estos animales, así que la prensa local asegura que podrán verla si logra tomar fuerzas ante sus problemas de movilidad.
Kate Middleton y el príncipe William tampoco acudieron al sitio, ya que decidieron aparecer en la conmemoración de los cinco años por el incendio en la Grenfell Tower. Los duques de Cambridge se mostraron solidarios en este día por aquel accidente que cobró la vida de más de 70 personas.
Los que también ha acaparado miradas han sido los atuendos con lo que varias mujeres se han presentado, algunas ni siquiera pudieron ser captadas de la cara por los enormes sombreros que usaban, pero quienes sí pudieron dejar su rostro a la vista no perdieron el glamour usando plumas y prendas de todos los colores. Cabe mencionar que la etiqueta para asistir al evento es rigurosa.
Los looks más extravagantes en el Royal Ascot
Camila y Carlos arribaron a Acot muy sonrientes. La duquesa no portó un look deslumbrante pero sí fue reconocida por su atuendo azul muy elegante, que acompañó con un sombrero del mismo color del que sobresalía una rosa.
Beatriz de York lució un vestido largo de flores rojas, dejó a un lado las joyas y optó por un sombrero a la medida en color café que daba la impresión de diadema muy sofisticada, de esta salían algunos listones en color rosa.
Zara Phillips, prima de Beatriz, destacó por el sombrero de pompones que llevaba, un tanto pequeño pero lo suficiente espacioso para cubrir parte de su cabeza. Los pompones en forma de bola eran de color morado con rosa.
La princesa Ana fue más discreta en los colores, eligió el beige y café para resaltar. Su vestido en tono claro le dio total protagonismo al sombrero café que lució, el cual tenía detalles que lo hacían ver como una tipo gorra.
Entre los asistentes llamaron la atención tres mujeres; la primera portaba un enorme sombrero con forma de flor en color amarillo con negro del que salían plumas amarillas; las otras dos estaban sentadas juntas y lucían increíbles tocados rojos .
