La historia de por qué Melania Trump (52) no apareció  en la portada de la revista Vogue acaparó la atención de la primera entrevista que otorgó la ex Primera Dama de Estados Unidos, luego que su esposo, Donald Trump, perdiera su reelección y abandonara el poder.

Entrevistada por la cadena Fox, Melania afirmó que se consideraba una persona discriminada por la revista, particularmente por su editora jefa, la periodista y escritora británica Anna Wintour (72), quien según la ex modelo fue la que no quiso que apareciera en la portada. "(Ellos) son parciales y tienen gustos y disgustos, y eso es muy obvio. Y creo que los estadounidenses y todos lo ven", reveló Melania.

En consideración que la actual Primera Dama, Jill Biden (70), y que sus antecesoras Michelle Obama (58) y Hillary Clinton (74) sí han salido en la portada de Vogue, privilegio que también ha tenido la vicepresidenta Kamala Harris, incluso antes de jurar, la marginación de Melania parece seguir la tradición de otras primeras damas republicanas, como Laura y Barbara Bush.

Melania, no obstante, sí había aparecido en la portada en febrero de 2005, cuando salió con su vestido de novia, un mes después de casarse con Donald Trump. Pero durante su cargo oficial, según fuentes de la publicación, a la modelo se le ofreció una sesión fotográfica, pero ella no accedió porque no se le garantizó la primera página de la revista.

Otro motivo de disgusto de Melania fue cuando la editora Wintour se reunió con Ivanka Trump (40) en la Torre Trump, sin que le fuese avisada su presencia hasta que llegó. La versión del libro biográfico sobre la vida de la editora, refiere que la molestia de Melania fue tan grande, que ni siquiera saludó a la periodista, quien siempre ha mostrado cercanía a las ideas del Partido Demócrata.

Al respecto, en un podcast de The Economist, la editora Wintour evitó nombrar a Melania como la Primera Dama en ejercicio, afirmando que para ella Michelle Obama había sido increíble en cada decisión que adoptó sobre la moda. "Apoyó a los jóvenes diseñadores estadounidenses. Ella apoyó a diseñadores, de hecho, de todo el mundo. Era la mejor embajadora que este país podía tener, en muchos sentidos, obviamente mucho más allá de la moda (...) Michelle Obama o Kamala Harris son mujeres que creemos que son íconos e inspiradoras para las mujeres desde una perspectiva global".

Durante este capítulo de la entrevista, Melania cerró el tema secamente: "Fue su decisión (de la editora), y tengo cosas mucho más importantes que hacer, y las tuve en la Casa Blanca, que estar en la portada de Vogue".

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