
La vida de Komuro Mako, desde que renunció a la realeza japonesa para casarse con un plebeyo, ha sido totalmente diferente. Posterior a su boda, en octubre de 2021, se fue a vivir con Komuro Kei, su esposo, a una residencia en Tokio, pero meses después tomaron la decisión de mudarse definitivamente a Nueva York, Estados Unidos, donde tiene una vida de casados lejos de las lecciones reales.
Kei desarrolla su profesión como abogado y recientemente se dio a conocer por parte del Japan Times que Mako forma parte del equipo de trabajo del Metropolitan Museum of Art, mejor conocido como el MET. La ex princesa, de 30 años, se unió como voluntaria y asiste a los curadores del museo, en conjunto trabajan en la exposición de arte asiático que se estrenará muy pronto.

La participación de la sobrina del emperador de Japón ha sido bien recibida por parte de los locales, pues sus diferentes estudios la califican como una persona adecuada para realizar este tipo de trabajos; un antiguo curador del MET le mencionó a la revista People que Mako “está calificada”. “En general, es un trabajo que requiere de mucha preparación y muchas veces implica pasar largas jornadas en la biblioteca”, dijo.
La exposición en la que están trabajando se centra en pinturas inspiradas en la vida de un monje, del siglo XIII, que viajó por Japón para introducir el budismo, y al ser egresada de la Universidad Cristiana Internacional de Tokio, con estudios en arte y herencia cultural, la hacen experta en la materia.
Este no es el único estudio que ostenta, también acudió a la Universidad de Edimburgo en Escocia en donde se especializó en Historia del Arte, posteriormente realizó una maestría en la Universidad de Leicester en la que optó por el tema de los estudios de Museos y galerías de arte. A su historial se suma la participación que tuvo en el Museo de la Universidad de Tokio como investigadora especial; sus antecedentes le permitieron ser parte de este reconocido museo que llevará a cabo la tradicional MET Gala el próximo 2 de mayo.





