Celebridades

El mundo la conoce como 'Merlina', pero antes de ser famosa así lucía Jenna Ortega

La madre de la estrella de la pantalla chica fue quien le ayudó a alcanzar la fama

Jenna Ortega dio vida a Merlina en la serie Wednesday - Créditos: Instagram

Jenna Ortega (20) se ha robado la atención de grandes y chicos por su impecable interpretación de Merlina en la serie Wednesday que se transmite en la plataforma Netflix. Su total black se volvió la favorita de cientos de niñas que quedaron fascinadas de su personaje, según han expresado en redes sociales, pero su fama no hubiera sido la misma sin las cualidades de esta hispana que nació para ser una estrella.

El paso de Jenna por las grandes producciones televisivas

Ortega ha confesado a la prensa estadounidense que le costó mucho trabajo sacudirse el estereotipo de ser una estrella juvenil de Disney para ser tomada en cuenta para trabajos más serios en producciones de alto renombre, pero la joven lo logró. Con 16 años, fue elegida para participar en la serie You de Netflix donde dio vida a Ellie, una estudiante de cine de 15 años de edad que comienza una amistad con el psicópata Joe en California. 

Desde los seis años, la joven hispana sabía que quería ser actriz, sueño que a los nueve alcanzó gracias a un video que su mamá grabó y publicó en la red social Facebook; la señora Ortega no sabía que un director de casting vería a su hija en acción. Un año después la joven obtuvo su primera oportunidad en la serie Rob que era protagonizada por Ron Schneider. 

La estrella, quien nació en el Valle de Coachella, California, y que tiene raíces mexicanas y puertorriqueñas, logró con éxito combinar los estudios con la actuación, pero cuando cursaba el octavo grado tuvo que tomar una difícil decisión que fue respaldada por su familia: abandonó la escuela para dedicarse de tiempo completo a su gran pasión. 

Con más tiempo libre, la joven hizo varios castings y fueron los tropiezos, según ha recordado en diferentes entrevistas, los que pulieron su nivel de actuación. Se sabe que para dar vida a Merlina la joven no solo pidió realizar casi todas sus escenas de acción, sino que tomó clases de alemán para tener una mejor pronunciación, aprendió a tocar el violonchelo en tiempo récord y no parpadeó en ninguna de sus escenas, a petición de Tim Burton, para darle cierto misterio a su personaje. 

 

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