Tyler Perry, actor y cinesasta estadounidense de 53 años, acogió a Meghan y Harry cuando llegaron a Estados Unidos. Recordó que los Sussex "no tenían ningún plan, solo querían ser libres".
La celebridad de 53 años ayudó a los Sussex a mudarse a los Estados Unidos y los alojó en su casa de 18 millones de dólares de Beverly Hills para que la usaran como su residencia personal.
En el último capítulo del documental "Harry & Meghan" de Netflix dijo: "Solo querían ser libres. Querían ser libres para amar y ser felices. Ellos no tenían un plan. Todo el mundo dice: 'Oh, está planificado". ¡No! No había ningún plan".
La pareja y su hijo de seis meses, Archie, estuvieron seis semanas en la casa de Perry en Beverly Hills antes de cambiarse a la mansión de 15 millones de dólares en Montecito, California.
"Era un momento muy difícil para ellos. Quería apoyarlos de cualquier manera posible", dijo el cineasta, quien agregó que se inspiró en el amor de Harry y Meghan. "Lo que sé sobre ellos dos, y desearía que el mundo supiera, cuánto se aman estas dos personas", explicó.
"Se encontraron, pese a todas las probabilidades en contra. Aún así se encontraron. El amor que tienen es muy conmovedor y quería hacer todo lo posible para apoyarlos", detalló.
Para muchos, la oferta de Tyler se convirtió en la verdadera razón de por qué Meghan y Harry comenzaron su nueva vida en el sur de California.