Una seguidilla de comentarios negativos ha tenido la nueva estatua de la fallecida reina Isabel II, presentada este miércoles en la ciudad York por el rey Carlos III y la reina consorte Camila en homenaje a la difunta dignataria. La obra fue diseñada y tallada por el cantero de Minster, Richard Bossons.
El rey Carlos III señaló en su discurso que "mi esposa y yo estamos profundamente conmovidos por haber sido invitados a revelar esta estatua a mi amada madre. Cuando esta estatua se planeó por primera vez hace cinco años, durante un reinado de duración y logros sin precedentes, se pensó como una celebración del Jubileo de Platino de la difunta Reina". (ver video abajo del destape de la estatua)
El hijo mayor de Isabel II agregó que "como hemos presenciado, con gran tristeza, el paso de ese reinado, se desvela en su memoria, como tributo a una vida de extraordinario servicio y devoción. La creación de esta estatua es también, si se me permite decirlo, un homenaje al apoyo, cariño y oración que la comunidad de esta catedral, y de esta gran ciudad, siempre brindó a la difunta Reina, y todo lo que ella representó en el vida de la nación y de la Commonwealth".
Agregó el monarca que "la difunta Reina siempre estuvo atenta al bienestar de su pueblo durante su vida. Ahora, su imagen velará por lo que se convertirá en Queen Elizabeth Square durante los siglos venideros: un ejemplo constante del deber y el cuidado de los demás y de nuestra comunidad, que es la vocación y el deber que todos compartimos".
Críticas estatua de Isabel II por su poco parecido a la real
Más allá de la pompa que acompañan este tipo de ceremonia de la realeza, los seguidores de la cuenta oficial de Instagram del palacio de Buckingham, donde se dio a conocer la información y se exhibió la estaua, no tardaron en dar su opinión estética del monumento.
Las críticas estuvieron dirigidas a la poca similitud, algunas, y otras al semblante demasiado serio de la monarca. Aunque también hubo muchas favorables, sobre todo por el gesto de levantar otro monumento en su honor.
"¡No es su rostro! ¡Qué pena! Nunca se vio tan fuerte. Más suave! ¡Y un poco de la famosa sonrisa, sería mejor!!", señaló un seguidor. Otro fue más suspicaz: "¿Existe una conspiración para esculpir a todos los miembros de la familia real de la manera más inepta y poco favorable?".
Algunos, más que al parecido, cuestionaron la imagen por el gesto del rostro. "¿Por qué esto y la estatua de Diana no reflejan su carácter completo y sus sonrisas resplandecientes? ¿Quién acepta su semejanza? Al menos en una moneda nueva se parece a Charles".
Otro seguidor, más ecuánime, abordó lo positivo y lo negativo. "Sin duda, un tributo apropiado, pero no el más halagador de los parecidos para toda la posteridad... Si las arrugas del cuello fueran realmente necesarias, por ejemplo, y mientras que las papadas caídas son un hecho desafortunado de una larga vida, tal vez un indicio de su maravillosa sonrisa podría haber estado... ¡Pero en general, muestra la fuerza de un monarca!".
El momento que Carlos III destapa la estatua