A unos días de haber anunciado su divorcio tras 13 años casados, Gisele Bündchen (42) y Tom Brady (45) comienzan a hacer vidas separadas, aunque seguirán siendo un ejemplo y guía para sus hijos en común; por su parte el jugador de americano se enfocó en hacer trabajo comunitario mientras la modelo ya se alista para habitar su nueva casa de soltera.
La Top Model adquirió la propiedad en febrero de este año y da pie a especular que desde ese tiempo ya tenía pensada una separación con el mariscal de campo. La casa está valuada en 1,2 millones de dólares y para una cabaña al estilo Art Deco que se ubica el modesto vecindario de Surfside en Miami.
La casa tiene 175 metros cuadrados de construcción y cuenta con tres dormitorios y dos baños y medio, además de que sobresale su luz natural que entra por los amplios ventanales mientras que los acabados son elegantes. Según se sabe, la modelo ya estpa lista para habitarla.
Su cocina es abierta y cuenta con una isla de cascada de mármol, una barra desayunador y los electrodomésticos son de última generación. De acuerdo con la información difundida, el baño principal tiene un lavado doble y atención impecable en los detalles, además de que se encuentra a unas cuadras de la playa y está cerca de los mejores restaurantes de Miami.
El pasado 28 de octubre la pareja confirmó que ya habían firmado su divorcio en términos amigables, luego de que se desataran rumores sobre un distanciamiento desde septiembre de este año. La pareja, que se casó en 2009, tiene dos hijos, Benjamín, de 12 años, y Vivian, de nueve. Tom también es padre de un hijo Jack, de 15 años, a quien comparte con su ex Bridget Moynahan.