El dantesco espectáculo de ver el castillo de Windsor en llamas fue la escena más dramática que le tocó vivir a la Reina Isabel II en sus 70 años de reinado. La fortaleza de mil habitaciones y 10 siglos de antigüedad ardió durante 15 horas.
El incendio ocurrió el 20 de noviembre de 1992 y dejó como resultado 115 habitaciones destruidas. Las llamas se produjeron por una lámpara defectuosa. La Reina llamó a 1992 como el 'annus horribilis' (año horrible) porque, aparte del incendio de su Castillo, se le divorciaron sus hijos.
El incendio comenzó en la capilla privada de la Reina Victoria. Un foco defectuoso encendió una cortina y el fuego se propagó rápidamente por las cortinas de 40 metros que adornan el salón más grande del castillo.
Fueron 225 bomberos de siete condados quienes lucharon contra el fuego con 36 carros de bombas. Se usaron más de 5 millones de litros de agua. El Príncipe Andrés estaba pernoctando en el lugar y ayudo con las tareas de rescate de las obras de arte. Dijo sentir "conmoción y horror", al tiempo que contó la condición de su madre: "Su Majestad está absolutamente devastada".
El incendio en "The Crown"
La quinta temporada de "The Crown", que Netflix estrenará el 9 de noviembre, mostrará a la Reina Isabel II sobre las ruinas del Castillo de Windsor consolada por el príncipe Felipe. Es una de las escenas más dramáticas del culebrón.
Imelda Staunton hará el papel de Isabel II y Jonathan Pryce el del Príncipe Felipe. El episodio se grabó en Burghley y la estructura quemada del castillo se recreó en los estudios de cine de Elstree, en Hertfordshire.
El capítulo fue filmado durante dos días con alrededor de 60 extras que hacían los papeles de bomberos y soldados trasladando obras de arte y mobiliario a un lugar seguro.