La cantante Nicki Minaj desató una crisis mediática el pasado lunes cuando señaló que no asistió a la Met Gala, evento al que numerosas estrellas fueron invitadas, debido a que se exigía a los asistentes estar vacunados. Mientras que la nominada al Grammy confesó que sólo se vacunaría una vez que hubiese "investigado lo suficiente".
Minaj dio a conocer que fue contactada por la Casa Blanca a raíz de los tuits que escribió en donde dijo conocer a una persona de su ciudad natal Trinidad y Tobago que tuvo problemas derivados de vacuna contra el Covid-19. La rapera afirmó que un amigo de su primo quedó impotente tras inmunizarse. "Lamentablemente, ayer perdimos mucho tiempo valioso por esa falsa denuncia", indicó el ministro de salud de su ciudad natal, Terrence Deyalsingh.
Autoridades sanitarias británicas y estadounidenses también rechazaron las afirmaciones de la artista. Asegurándose de que expertos en el tema explicaran que no hay evidencias de que las vacunas afecten la fertilidad o los genitales masculinos.
Por lo que un funcionario de la Casa Blanca indicó a periodistas que se le invitó a Minaj una reunión con fines educativos entre la cantante y uno de sus médicos. "Como lo hicimos con otras personas, ofrecimos a Nicki Minaj una conversación telefónica con uno de nuestros médicos para responder sus preguntas sobre la eficacia y seguridad de la vacuna", explicó el funcionario.
Según la intérprete, el amigo de su primo, sufrió una inflamación en los testículos tras ser vacunado, lo cual fue refutado por el ministro de Salud del país caribeño. "Una de las razones por las que no respondimos en tiempo real a la señorita Minaj es que debíamos verificar que lo que decía era verdadero o falso", agregó el ministro Deyalsingh.