La entrega de los Oscar tendrá un ingrediente previo inusual y que ya se pensaba que no sería protagonista: el covid-19. Cuando muchos creían que la pandemia era parte del pasado, la entrega de premios de la academia de Hollywood exige un PCR negativo a todos los asistentes al Teatro Dolby, de Los Ángeles.
Hay casos dramáticos, como el de Kenneth Branagh, quien está nominado a mejor director y aún no sabe si podrá asistir. Branagh, de 61 años, está aislado después de haber dado positivo la semana pasada.
Si las pruebas siguen arrojando positivo, se perderá la ceremonia de los Pre Oscar de esta noche y también el evento principal del domingo.
La ceremonia regresa este año al Teatro Dolby, que ha sido la sede de los Oscar desde su apertura en 2001. El año pasado, la pandemia obligó a realizar la ceremonia en la Estación Unión del centro de Los Ángeles, con solo 170 invitados.
Por primera vez en tres años, los premios contarán con anfitriones, Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes, quienes darán inicio a la ceremonia a las 20 horas ET.
El "sudor de hisopo"
A todos los invitados a los Oscar de este año se les pedirá que presenten pruebas de covid-19 negativas y pruebas de vacunación. Los presentadores y los artistas no tendrán que vacunarse, pero deberán demostrar que recientemente dieron negativo en el test del virus.
Una fuente de la agencia de talentos United Talent Agency de Hollywood le dijo a "The Sun": "Todos están lidiando con el sudor de un hisopo. Te toman una muestra de la nariz y luego estás sudando si el correo electrónico llegará mostrando que eres positivo. Es un momento realmente ansioso para las principales estrellas y especialmente para los nominados, sabiendo que esta puede ser su única oportunidad de gloria".
"La socialización en los eventos durante toda la semana es obviamente una parte importante de las celebraciones, pero existe el temor de que cualquiera pueda contraer covid-19 simplemente al mezclarse con una persona infectada", agregaron.