El actor Hugh Grant (62) lideró un "gobierno" durante más días que los 44 que alcanzó a estar en el cargo de primer ministro la renunciada Liz Truss (47), que al dimitir esta semana registró el más corto de la historia del Reino Unido en el puesto.
El resultado se basó en una investigación comparativa de la realidad que vivió la primera ministra durante su frustrado gobierno y del rol que ocupó Hugh Grant en el mismo cargo, pero de manera ficticia, durante la realización de la película romántica Love Actually (2003), en la que el reparto contemplaba también a Liam Neeson, Colin Firth, Laura Linney, Emma Thompson, Alan Rickman, Keira Knightley, Martine McCutcheon, Bill Nighy y Rowan Atkinson
La película, ya convertida en un clásico navideño, describe la relación de distinta parejas en torno a situaciones que se van encadenando unas con otras. Una de ellas, tal vez la más recordada, es la de Grant en el papel de un primer ministro jovial, pero circunspecto, que se enamora de su secretaria, encarnada por la actriz Martine McCutcheon.
Dirigida por Richard Curtis, Love Actually (conocida en Latinoamérica como Realmente amor) comenzó a grabarse el 2 de septiembre de 2002 y concluyó 13 semanas después: 91 días, más del doble de lo que duró el gobierno de de Liz Truss.
Hugh Grant y su inolvidable escena como primer ministro
Durante esos pocos más de tres meses de filmación, Hugh Grant se robó la atención del set, encarnando a un primer ministro cuyos problemas políticos fueron bastante menos profundos que los que enfrentó Truss, ya que su verdadero conflicto interno era que se había enamorado de su secretaria y que no sabía cómo cortejarla sin que se interpretara como que estaba cruzando los límites de la autoridad.
Una de las escenas más recordadas de la película es justamente cuando Hugh Grant, en su rol de primer ministro, se pasea por algunas habitaciones de 10 Downing Street, la residencia oficial del jefe de gobierno, bailando la canción Jump, de The Pointer Sisters. El actor reveló que no disfrutó haciendo la escena, y la describió como "un infierno absoluto". (ver video abajo)
El británico afirmo que pensaba que "eso va a ser insoportable, y tiene el poder de ser la escena más insoportable jamás enviada al celuloide". El director del filme, Richard Curtis, recordó que Grant inventó muchas excusas para retrasar el rodaje de la escena. "Imagina que eres un inglés gruñón de 40 años, son las 7 de la mañana y estás completamente sobrio... es un infierno", dijo el propio Grant.
La famosa secuencia del baile de Hugh Grant