
"En México el racismo no existe, pero históricamente no hemos tenido que enfrentar a esto…", mencionó la activista Láurel Miranda en un video en el que mostró a Thalía bronceándose con cremas y polvos para personificar a Marimar, el personaje al que le dio vida hace 28 años en la telenovela que lleva el mismo nombre.
Láurel expuso en sus redes sociales que la acción de Thalía es racista, pero que no la juzga porque "probablemente no sepa lo problemático que es el brownface". En este video explicó el término y expuso que la cantante está discriminando sin saberlo al intentar cambiar su color de piel con este tipo de productos.

El brownface, también conocido como blackface, es una práctica del siglo XIX cuando las personas de color no tenían derecho a aparecer en producciones de cine, teatro y televisión, por lo que actrices y actores blancos se pintaban la piel de un tono más oscuro para representarlos en historias que los ofendían. En la actualidad no sólo es cambiar el color blanco de la piel por uno más oscuro, también se han hecho acciones en las que intentan representar a asiáticos con un semblante amarillo.
La también actriz publicó un video en redes en el que le mostraba a sus seguidores el paso a paso para convertirse en este personaje, un momento que "le sacó unas lágrimas" al recordar los días de grabación. A pesar de que fue del gusto de su público, fue criticada por la activista quien no se quedó callada ante lo visto, pero aclaró que "ama a Thalía y se divertía viendo a Marimar".
"Yo no pretendo cancelar a Marimar, pero ¿Qué pasa en México cuando en 2022 las obras, como lo recuerda la actriz Maya Zapata, están siendo acaparadas por personas blancas. La única manera de que actores y actrices prietas sean llamadas a producciones nacionales es que estas producciones necesiten ladrones, criminales, trabajadoras sexuales, tal como nos lo recuerda Tenoch Huerta", mencionó Miranda.
Para finalizar su video pidió "luchar contra el racismo que históricamente los ha dividido", en lugar de "acusarlos de querer dividir a la sociedad cuando ponen estos tema sobre la mesa". El principal mensaje que deja el brownface y el cual quiso exponer Láurel, es que sin importar el color de piel, blanca, amarilla, roja, oscura, el querer representar un tono que no es natural de alguien, es racista.







