El gobierno de Estados Unidos fue calificado como “escandaloso” por negarse a revelar información sobre la solicitud de visa estadounidense del Príncipe Harry, alegando que tenía “derecho a la privacidad”. Esto se produjo a raíz de la solicitud del grupo Heritage Foundation, quienes pretender probar que el hijo del Rey de Inglaterra mintió en el requerimiento.
La demanda se produce luego de que Harry confesara en su libro de memorias Spare que consumió drogas, algo que es penalizado por las leyes migratorias de Estados Unidos.
Las autoridades de inmigración afirmaron que el príncipe Harry tenía “derecho a la privacidad”. Los demandantes dijeron que la negativa era solo una táctica dilatoria y que la idea de que todo esto se trataba de un juego era “escandalosa”.
La Fundación Heritage está buscando la publicación de los documentos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) bajo la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos. Dicen que Harry pudo haber mentido sobre el consumo de drogas en su papeleo de inmigración, a pesar de admitir su uso en el libro de memorias y en el documental de Netflix.
Si el duque de Sussex no dijo la verdad en sus formularios de entrada, podría ser expulsado de Estados Unidos. La Fundación Heritage presentó una demanda en un tribunal de Washington para revocar la decisión del DHS.
La respuesta de DHS dice que lo solicitado por la Fundación Heritage eran solo “acusaciones incendiarias y un esfuerzo por distraer la atención del registro”. La fundación dijo que el DHS actuó de manera “escandalosa” y acusó a la autoridad norteamericana de ejecutar una conducta “dilatoria”.
DHS confirmó que sí existen “registros de entrada y salida” de Harry, pero se negó a dar más detalles. Argumentaron que “si bien Harry es una figura pública, eso no significa que perderá todos los derechos de privacidad. Proporcionar los registros de entrada y salida del duque constituiría una invasión claramente injustificada de la privacidad personal”.