Nuestros cuerpos dependen de ciertas vitaminas y nutrientes para funcionar de la mejor manera posible. La vitamina B12 es una de ellas, esencial para la creación de glóbulos rojos saludables.
Una deficiencia a largo plazo de esta vitamina puede ser peligrosa, con posibles efectos secundarios duraderos como daño nervioso, insuficiencia cardíaca e incluso cáncer de estómago.
Síntomas tempranos a tener en cuenta
Claire Lynch, dietista en Plant Based Health Professionals, habló sobre dos síntomas a tener en cuenta. “Dos signos tempranos de deficiencia de B12 son la fatiga y el hormigueo en las manos o los pies”, dijo.
La vitamina B12 apoya la función nerviosa, por lo que una deficiencia puede causar daño nervioso permanente que resulta en un declive cognitivo (demencia).
Un signo temprano de daño nervioso relacionado con B12 puede ser el hormigueo en las manos o los pies.
La relación entre la vitamina B12 y la fatiga
La vitamina B12 es vital para la producción de glóbulos rojos, para que estos puedan dividirse y activarse.
Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo, por lo que una falta de B12 causa fatiga debido a la falta de capacidad de transporte de oxígeno en la sangre.
Este fenómeno se conoce como anemia megaloblástica.
Prevención de la deficiencia de B12
La vitamina B12 se encuentra en alimentos de origen animal como la carne, el pescado, el queso, los huevos y la mantequilla. Sin embargo, también se puede encontrar en extracto de levadura como Marmite y ciertos alimentos fortificados como los cereales.
Para aquellos que son vegetarianos o veganos y, por lo tanto, corren más riesgo de volverse deficientes, la Sra. Lynch recomendó tomar suplementos. “La dosis recomendada habitual de vitamina B12 es de 25-50 microgramos diarios en forma de tableta oral”, concluyó.