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¿Cómo tratar de forma proactiva a una pareja pasivo-agresiva?

Enfrentar la conducta pasivo-agresiva en una relación puede ser un desafío. Aquí te presentamos algunas estrategias para manejar esta situación y mantener la armonía en tu relación.

Un hombre joven apuntándose a si mismo.
Cuando se ha detectado una persona pasivo-agresiva, lo mejor es buscar ayuda con un profesional ya que es difícil salir de un círculo de violencia que es subreptício y solapado.

¿Alguna vez has sentido que tu pareja te golpea emocionalmente de manera sutil, casi imperceptible?

La pasividad agresiva es un comportamiento que puede hacerte sentir como si estuvieras siendo golpeado emocionalmente sin previo aviso.

Es un laberinto de emociones, donde cada intento de escapar te lleva a un callejón sin salida.

El rostro oculto de la pasividad agresiva

La pasividad agresiva en las relaciones románticas puede ser exasperante.

Es un comportamiento tan encubierto que puede parecer invisible, pero cuando golpea, lo sientes con toda su fuerza.

Te hace cuestionar todo lo que haces, porque sabes que, al final, todo será tu culpa.

Los signos de la pasividad agresiva

Conducta pasivo-agresiva
Lidiar con personas pasivo-agresivas puede ser muy desgastante.

Los individuos pasivo-agresivos suelen ser negativos y se quejan frecuentemente de sentirse subestimados e incomprendidos.

Nada es nunca su culpa y están dispuestos, e incluso felices, de culparte por todo.

Son maestros en dar la espalda fría y critican situaciones, eventos, ideas y personas a la menor provocación. Las críticas las usan sólo para validarse ellos mismos.

Enfrentando la pasividad agresiva

Confrontar el comportamiento pasivo-agresivo en tu pareja puede ser un problema, ya que este comportamiento se basa en una ira y resentimiento profundos.

Desafortunadamente, la persona pasivo-agresiva a menudo no es consciente de lo que está haciendo.

Cuando se le confronta, probablemente se negará a reconocer su comportamiento y su impacto.

Estrategias para lidiar con la pasividad agresiva

  • No intentes ganar o aplicar la razón. No hay nada que ganar cuando la razón y la lógica han sido suspendidas.
  • No te unas a su hostilidad. Reaccionar a su hostilidad simplemente mantiene las llamas ardiendo.
  • Conoce tus límites. Expresa y mantén tus límites personales, sin importar la resistencia que experimentes.
  • Examina lo que podría ser tu culpa, y acéptalo. Sé responsable de tu parte en el problema, pero rechaza rotundamente lo que no lo es.
  • No te involucres en la culpa. El juego de culpar solo exacerba los argumentos y aumenta la cantidad de tiempo y espacio necesarios para desescalar.

Busca ayuda

El problema es más grande que ambos y es casi imposible verlo o resolverlo cuando estás inmerso en él.

Realmente necesitas un profesional para ayudarte a desenredar las emociones y comportamientos.

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