Si el Rey Carlos III se hubiera salido con la suya, los nombres del príncipe William y el príncipe Harry habrían sido diferentes, según se ha revelado. Según los deseos de su padre, William habría sido llamado Arthur, en honor al monarca legendario que sacó a la espada Excalibur de la piedra.
El heredero al trono nació en junio de 1982 y sus padres tardaron una semana en anunciar su nombre, lo que generó grandes expectativas dentro del Reino Unido.
Sin embargo, se impuso el deseo de la princesa Diana de Gales, quien habló de "un nombre más fuerte". Y es allí cuando propuso William.
Robert Lacey, autor del libro Battle of Brothers, había comentado antes que "Diana propuso un nombre más sólido: William, por 'William el Conquistador', quien se impuso en la famosa Batalla de Hastings en 1066".
Arthur no fue descartado por completo, ya que es uno de los segundos nombres de William, al igual que Philip, por su abuelo el duque de Edimburgo y Louis, por Lord Louis Mountbatten, uno de los tíos favoritos de Carlos.
Diana y Carlos tampoco estaban de acuerdo con el nombre de su hijo menor. El actual Rey quiso llamarlo Albert, que era el nombre verdadero de su abuelo, el rey Jorge VI.
Finalmente se impuso Henry, pero por orden estricta de la princesa Diana de Gales siempre se le llamó Harry.