El Príncipe William y buena parte de la realeza todavía se sienten traicionados por el príncipe Harry, quien se alojará solo a 600 metros de su hermano mayor para el viaje a la coronación del Rey Carlos III.
Harry asistirá sin su esposa, Meghan Markle, ni sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, y se alojará en la casa de Frogmore Cottage, que queda a poco más de medio kilómetro de donde viven los príncipes de Gales, en Adelaide Cottage.
Según Telegraph, el rencor de William es enorme y casi irreparable. Por este motivo, los príncipes se sentarán tan separados que las cámaras no podrán obtener una toma directa de ellos, según detalló Daily Express.
Las posibles sonrisas, miradas de soslayo o miradas incómodas no aparecerán en la televisión. Y la llegada de Harry a la Abadía de Westminster se calculará meticulosamente hasta el minuto exacto, porque esperan evitar confrontaciones incómodas. Harry será colocado varias filas detrás de los integrantes de la realeza.
Se cree que Harry se sentará con otros miembros de la familia real que no tienen roles activos y con quienes tiene buena relación, como son sus primas, las princesas Beatriz y Eugenia.