El rey Carlos III y su proceso de reorganización de la corona británica, política que la reina Isabel II no quiso hacer mientras fue la monarca, tendrá en los próximos años un reacomodo no sólo en las obligaciones y derechos de los reales, sino que también en los títulos nobiliarios otorgados.
Los recientes títulos de príncipes que recibieron Archie y Lilibet Diana, los hijos de Harry y Meghan; la confirmación que Eduardo y su esposa Sophie son los nuevos duques de Edimburgo, y el de su hijo varón James, de 15 años, ungido cono nuevo conde de Wessex, son la prueba que Carlos III se ha comprometido a reordenar el naipe de la familia real.

No obstante, el nuevo duque de Edimburgo, a diferencia de otros, tiene su título mientras esté vivo, y será la corona quien lo recupere una vez que el hermano del rey fallezca, y no su hijo James quien lo herede.
Esta condición tiene sus implicancias, porque en consideración a los años, es muy posible que el rey Carlos III ya no esté en la Tierra cuando Eduardo muera, pues es 15 años menor. Si todo se encamina por el derrotero lógico, el monarca será William y bajo su criterio será nombrado el nuevo duque de Edimburgo.
Es allí donde entra en juego el príncipe Louis, el menor de los príncipes de Gales y cuarto en la línea de sucesión detrás del mayor de los hermanos, George, quien será el que se convierta en rey; mientras que su hermana mayor Charlotte, en algún momento, será la princesa real.

El menor de William y Kate Middleton es actualmente príncipe Louis de Gales gracias a que su bisabuela anuló una regla del rey Jorge V de 1917, que establecía una norma para ver quién podía optar a tener un título de acuerdo a su posición en la línea de sucesión.
La regla determinaba que todos los hijos del rey se convertirían automáticamente en príncipe o princesa, así como en los nietos nacidos por línea masculina. Sin embargo, los bisnietos no estaban incluidos en la lista.
La norma de Jorge V generó un problema cuando nació George, ya que a pesar de ser el futuro monarca, no debería haber tenido el título de príncipe. Isabel II intervino y estipuló que George obtendría un título y decidió hacer extensivo el cambio a todos los hijos de Kate y William.
Si la reina fallecida no hubiera hecho el cambio, George se habría convertido eventualmente en príncipe cuando su abuelo, el rey Carlos, heredó el trono en septiembre pasado cuando Isabel II falleció.