Las alfombras instaladas sobre los pasillos que enfilan a la sala central del teatro Dolby de Hollywood siempre han estado teñidas de un color rojo, algunas veces con tonos más fuertes y otros más suaves. Hasta este domingo. Por primera vez en 62 años, la Academia cambiará el rojo por un color champán.
Detrás de este cambio que se hará notorio este domingo, pero que ya quienes han tenido acceso a la escenografía lo han verificado, hay una mujer empoderada y con la suficiente autoridad para que la Academia le haga caso.
Se trata de Lisa Love, una histórica directora creativa de la revista Vogue y asesora de estilo, quien convenció del cambio a los ejecutivos de la Academia, los que nunca imaginaron que la propuesta escenográfica más potente sería la modificación del tradicional rojo de la alfombra.
Love habla con total y absoluta autoridad. Nacida hace 68 años en Ohio, Estados Unidos, estudió en Roma, Ginebra y París, y cuando regresó a su país, ingresó a la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston a estudiar pintura. Luego, volvió a París para dedicarse a trabajar como modelo profesional durante décadas.
A mediados de los '80, Lisa Love se mudó a Los Ángeles, California, para asumir roles editoriales en la prestigiosa revista de estilo y celebridades, Interview. Ya en este siglo, se hizo cargo de Vogue y Teen Vogue en su división de costa Oeste de EE.UU., lo que supone la responsabilidad de ambas revistas, supervisar las sesiones de fotografías, la organización y producción de eventos y las relaciones directas con las figuras del mundo del espectáculo de Hollywood.
La mujer que cambió la alfombra roja del Óscar
La experta en imagen convenció a a la Academia que el rojo generaba una completa desconexión con una buena parte de la audiencia, que veía llegar a las estrellas e invitados elegantemente vestidos y con su mejor versión de maquillaje y ornamentación, como si fuera una fiesta nocturna, cuando en realidad recién eran las 3 o 4 de la tarde, a plena luz del día.
Luego de ser escuchada y "obedecida", será a Lisa Love a quien habrá que agradecerle el nuevo color. "No hubo ningún debate sobre el cambio", dijo Love. "Elegimos este hermoso color siena, azafrán que evoca la puesta de sol, porque esta es la puesta de sol antes de la hora dorada", dijo Love.
“Alguien siempre tiene una manera de encontrar algo malo en algo”, dijo Love. “Esto es solo una ligereza y espero que a la gente le guste. No significa que siempre será una alfombra color champán”.
El director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, aprobó los cambios sugeridos por Love, y ahora la suerte está echada, aunque sea del color que sea -champán o arena, como se le ha dicho- se sabe que seguirá siendo llamada "alfombra roja".
Lo importante, como reconoce Love, era que había que romper con la costumbre. Una tradición que se mantenía desde 1961, cuando la ceremonia de los Óscar se realizaba en el Auditorio Cívico de Santa Mónica, y que tuvo en esa edición, la trigésima tercera, su estreno por televisión. Curiosamente, los televidentes solo pudieron ver el desfile por la alfombra recién en 1966, cuando la cadena ABC incluyó en la cobertura la famosa caminata de las estrellas.