Los integrantes del equipo editorial a cargo del libro de memorias "Spare" comentaron que una de las tareas más difíciles era lograr que el Príncipe Harry apareciera hablando como inglés, con un acento británico marcado, y sin modismos estadounidenses.
El esposo de Meghan Markle ha adoptado varias palabras propias de los californianos. También había que considerar que el escritor fantasma, JR Moehringer, es estadounidense. Por eso, desde Penguin Random House dicen que fue "extraordinario ver cómo se tenía que traducir el texto del inglés estadounidense al británico. Había que revisar todo el libro para que Harry se viera realmente como un inglés".
Explicaron que el primer borrador usaba la palabra "impresionante" (amazing) para describir todo, además de otros americanismos que no son habituales entre los miembros de la familia real.

Los comentarios técnicos coinciden en que la obra está "bien escrita, es sincera y convincente", según "The Times".
El involucramiento de Harry con el proyecto fue total. Durante una llamada por Zoom, los hijos pequeños de un alto ejecutivo se alcanzaron a ver en la pantalla. Harry se puso "furioso" y exigió que el editor fuera retirado del proyecto inmediatamente por violar los mecanismos de control y seguridad.