Era extraña la situación de Sarah Fergusson, la esposa del Príncipe Andrés. La Reina Isabel II la quería mucho, tanto que le dejó sus amados perros corgis cuando falleció. Pero su suegro, el Príncipe Felipe, no le tenía cariño y quería verlo lo más lejos posible. Hoy, que el duque de Edimburgo ya no está, es la reina consorte Camila quien quiere traer de vuelta a la familia real a Fergie.
Las fuentes de Palacio recalcan que el esposo de la Reina Isabel II jamás habría permitido la movida que está llevando a cabo Camila. No es claro el origen de la mala onda del suegro con la nuera, pero especulan que el duque de Edimburgo jamás le perdonó a Fergie que le diera una entrevista a Oprah Winfrey después del divorcio con Andrés.
Según "Daily Mail", Sarah fue invitada por la realeza a pasar la Navidad en Sandringham, después de varios años sin aparecer en la lista de invitados. “A Camila le gusta Sarah. Ambas son nobles. Comparten el amor por los caballos y Fergie será lo suficientemente inteligente como para jugar en el equipo de Camila y darse cuenta de que ella es el poder detrás del Rey. Fergie entiende que debe ser amable con ellos y apoyarlos”, dice una fuente citada por el tabloide.
“Fergie estuvo en medio de todo en Sandringham, charlando con el Rey y la reina consorte para el boxing day. Felipe nunca hubiera permitido eso”, explicó la fuente.
"Existe la sensación de que, sin importar cuáles sean las fallas personales de Sarah, ella es una buena persona. Ha sido una buena madre para las niñas y leal a Andrés", añadió.
El príncipe Felipe siempre mantuvo a Fergie fuera de las celebraciones familiares, a pesar de que sus nietas, las princesa Beatriz y Eugenia, asistían todos los años con su papá, el Príncipe Andrés, y sin su madre.
Aparte de ser invitada a Sandringham para la Navidad, a Sarah Ferguson también se le dio la antigua casa del Príncipe Felipe, Wood Farm, para que la usara durante su estada.