La cena familiar que Tom Hanks (66), Rita Wilson (65) y su hijo Chet Hanks (32) tuvieron en Malibú parece no haber finalizado en buenos términos. La cantante se vio llorando y con evidentes signos de molestia, mientras sostenía un tenso diálogo con su marido y el joven actor.
Tom Hanks y su familia llegaron el domingo por la noche al restaurante Tra Di Noi de Malibú, California. En ese lugar, la también lució afectada, secándose las lágrimas y mirando con desconsuelo. El protagonista de Forrest Gump (1994) y su hijo estaban sentados frente a ella.
Según Daily Mail, los testigos no pudieron confirmar si se trataba de una discusión familiar o había otro motivo para las lágrimas de Wilson. Sin embargo, el hijo mayor de la pareja se ha hecho conocido por algunas controvertidas situaciones.
El joven, quien en la actualidad es asesor de vida saludable, ha captado miradas por una acusación por apropiación cultural, tener roces con la ley y pasar por un periodo de rehabilitación en su juventud. Además, Chester Marlon Hank, ha hecho noticia por criticar públicamente la labor paternal del actor de Elvis (2022).
Hanks fue internado por sus padres en un centro de desintoxicación de drogas y alcohol, cuando apenas tenía 17 años. El joven reconoció que uno de sus problemas fue no poder administrar la fama mundial que su padre consiguió por su trabajo en Hollywood.
En un video publicado en febrero en su canal de YouTube, el también cantante habló sobre sus sentimientos por ser hijo de un famoso. "Es una espada de doble filo. Mi experiencia fue aún más complicada porque además de que la fama ya es tóxica, yo ni siquiera era famoso. Solo era el hijo de alguien famoso", reconoció.
Incluso, el hijo de Tom Hanks reconoció que la fama de su papá generó "mucho desprecio hacia mi persona". Siguiendo con esa idea, el joven aseguró haber necesitado "un modelo a seguir masculino fuerte", capaz de decirle: "Oye, hermano, que se jodan estas personas. Solo están celosos de ti", expuso.