Tom Brady (45) decidió pasar su descanso de 11 días del entrenamiento en agosto visitando a su hijo Jack (15), fruto de su anterior relación con la modelo Bridget Moynahan (51), en los Hamptons, Nueva York, con motivo de su cumpleaños, mientras su matrimonio con Gisele Bündchen (42) se encuentra en una crisis.
De acuerdo con el medio Daily Mail, el mariscal de campo se reunió con su primogénito en Nueva York para celebrar su cumpleaños número 15 después de pasar la mayor parte de su tiempo libre en las Bahamas con Gisele. Según el portal web, estas serían sus primeras vacaciones familiares en agosto en dos décadas.
Se pudo conocer que sus otros hijos, Benjamin Rein (12) y Vivian Lake (9), lo acompañaron en el viaje; sin embargo, la única ausente en las vacaciones fue la supermodelo brasileña. No obstante, la ex del deportista sí se encontraba en el lugar lo que significa que estaba tratando de ver a toda su familia.
Este viaje es considerado por sus compañeros de equipo como una forma de lidiar con sus problemas familiares, pues es bien sabido que desde hace algunas semanas Brady ha estado en discusión con su esposa al negarse a retirarse del fútbol y prefirió disputar otra temporada más con su equipo.
Se suponía que sus vacaciones en las Bahamas serían sus primeras vacaciones juntos en agosto en dos décadas debido a que Tom tenía que asistir al campo de entrenamiento de pretemporada todos los años. Brady dejó los Buccaneers el 11 de agosto y regresó el 22 de agosto, donde se le vio practicando con el equipo en Tampa.