La Reina Isabel II era amante de los perros y dejó al menos cuatro ejemplares al fallecer. No está absolutamente claro qué pasará con ellos, pero no cabe duda de que recibirán cuidados y mantendrán el estándar de vida de realeza que siempre tuvieron.
Las mascotas de Isabel II son dos perros de raza corgis, los tradicionales de Su Majestad, más un cocker spaniel y un dorgi, que es la mezcla de un corgi con un dachshund. La pareja de corgis se llaman Muick y Sandy, mientras que el cocker spaniel y el dorgi se llaman Lissy y Candy, respectivamente.
La familia de la Reina dio la bienvenida a dos nuevos corgis en 2021 cuando el Príncipe Felipe ingresó en el hospital y le regalaron dos cachorros. A uno lo llamó Muick por el nombre del lugar de verano favorito de la reina en el castillo de Balmoral, y al otro Fergus, por un tío de la soberana que murió durante la Primera Guerra Mundial. Este último murió dos meses después de un problema cardíaco. Muick estuvo al lado de la Reina hasta que falleció.
Los corgis de la reina tenían su propia habitación en Buckingham que era conocida como Corgi Room. Sus sábanas se limpiaban a diario y se forraban cestas de mimbre elevadas a modo de camas. Ingerían comida gourmet recién preparada, que incluía conejo y ternera y para Navidad recibían calcetas llenas de juguetes y golosinas para perros.
Los corgis de Isabel II eran atendidos por dos asistentes que respondían al nombre clave de "Doggie 1" y "Doggie 2" y aparecieron en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 junto al actor Daniel Craig, que personificó a James Bond, por los pasillos del Palacio de Buckingham.
No se sabe del todo a dónde irán los perros, pero la Reina dejó hechos los arreglos para sus amadas mascotas. Claudia Joseph, una periodista con sede en Londres, dijo: "Andrés tiene cocker spaniels y puede adoptarlos. William y Kate también aman a los perros para poder tenerlos".
La Reina tuvo al menos un corgi durante la mayor parte de su vida, después de enamorarse de esa raza canina cuando tenía siete años de edad. Su padre, el rey Jorge VI, le había comprado un corgi llamado Dookie para ella y para su hermana Margarita. Al poco tiempo se sumó otra corgi, Jane, y dio a luz a una camada de la que se quedaron dos cachorros: Crackers y Carol.
Desde su coronación en 1952, la Reina ha cuidado a más de 30 corgis. Y Susan, la perrita que recibió a los 18 años, es la ancestra de todos los corgis que la Reina Isabel II tuvo.