Meghan Markle llega a los 41 años en medio de una agitada relación con la realeza británica

Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron su matrimonio, el 27 de noviembre de 2017, los británicos estuvieron de acuerdo en que se llevara a cabo el enlace. En ese momento, nadie pensaba en lo agitada que sería la relación de la actriz y el príncipe con toda la monarquía británica.

Meghan y Harry abdicaron a la Corona en enero de 2020, en un evento que en el Reino Unido se llamó el "Megxit", y viven actualmente en una mansión de 14 millones de dólares en el exclusivo sector de Montecito, en Santa Bárbara, California. Los duques de Sussex viven de los contratos que firmaron a Netflix y con la editorial Penguin Random House por producciones y títulos que aún no han salido a la venta o al aire.

La gran boda

El 19 de mayo de 2018, la pareja lució muy feliz frente a sus casi 800 invitados que asistieron a la boda en la Capilla de San Jorge. Sin embargo, a pesar de su grandes sonrisas, la actriz fue criticada por no haber sido entregada en el altar por su padre, Thomas Markle, con quien Meghan supuestamente cortó relaciones tras descubrirlo en una negociación con paparazzi.

Además, el libro Finding Freedom y el diario The Times destaparon cómo fue que William, el hermano de Harry, tomó la noticia de su boda. De acuerdo con estas publicaciones, William en lugar de felicitarlo le dijo “que no se apurara” y ahí comenzaron los focos rojos de lo que le esperaba a la pareja. 

La llegada de Archie, el primer hijo

Las críticas comenzaron a ser más notorias luego de que Meghan anunciara que viajaría a Nueva York para reunirse con sus amigas a celebrar el baby shower. La polémica se suscitó al saber que la esposa de Harry habría decidido viajar en un jet privado y que habría gastado cerca de 500 mil dólares en su viaje. Lo que muchos se cuestionaron fue por qué sus amigas no se trasladaron a Londres si también contaban con la solvencia para costear sus gastos.

Con la llegada de Archie Harrison, el nuevo bebé, la realeza esperaba que se continuara con la tradición de presentar al recién nacido en la puerta del hospital. Sin embargo, Meghan y Harry optaron por posar con su hijo en el castillo de Winsor y de nuevo dieron de qué hablar cuando bautizaron al pequeño en una ceremonia muy íntima, en la que no dieron a conocer el nombre de los padrinos.

Alejamiento con la familia real británica

El 8 de enero de 2020 la pareja hizo temblar el palacio de los Windsor cuando anunciaron oficialmente que renunciaban a sus funciones en la familia real británica. En ese momento, algunos consideraron que lo que realmente buscaban era vivir en medio de lujos sin ser juzgados por la manera en la que utilizaran sus recursos. 

Esa decisión ocasionó que Harry se distanciara de su hermano y su padre. Primero vivieron en Canadá para mudarse a su domicilio actual, en el Sur de California. 

La entrevista de Oprah Winfrey 

El polémico encuentro de Meghan y Harry con Oprah Winfrey marcó un antes y después en la relación de la pareja, pues aunque ya habían sonado muchas alarmas sobre la complicada relación de los Sussex con "La Firma", en este encuentro que fue visto por cerca de 17 millones de personas, Meghan detalló intimidades de su matrimonio, además de declarar cómo fue “silenciada” cuando llegó a la familia real y que habría vivido los peores momentos de su vida que la llevaron incluso a pensar que “simplemente no quería seguir viva”.

Del mismo modo, Meghan insinuó conductas de acoso, hostigamiento y racismo de parte de la realeza en contra de ella mientras estuvo viviendo en Londres.