Meghan y Harry celebraron el primer cumpleaños de Lilibet en Windsor el sábado con una sencilla fiesta de cumpleaños, donde estuvieron presentes algunos de sus primos reales que fueron invitados.
Los Sussex festejaron en la propiedad real de Frogmore Cottage, donde se han alojado en su regreso al Reino Unido. Lo hicieron con un pastel de cumpleaños, globos, juegos de mesa y meriendas de picnic.
A la fiesta de cumpleaños de la hija mejor de los Sussex asistieron los tres hijos de Zara y Mike Tindall , Mia, de ocho, Lena, de tres, y Lucas, de uno, así como a Savannah, de 11, e Isla, de 10, hijas de Peter Phillips y Autumn Kelly. El padrino de Archie, el hijo mayor de los Sussex, Charlie Van Straubenzee, y su hermano Tom, padrino de la princesa Charlotte, también fueron invitados.
"Fue una fiesta encantadora y tenía todo lo que esperarías de la fiesta de cumpleaños de un niño", dijo uno de los asistentes a "The Sun". "La idea era que fuera muy relajado e informal, con la gente libre de entrar y salir cuando quisiera", agregó.
Dijeron que era una "buena oportunidad" para que algunos de los niños reales conocieran a la pequeña Lilibet, quien visitaba por primera vez el Reino Unido.
Agregaron que hubo "mucha discusión" sobre los mejores regalos para el cumpleaños. Un "Volkswagen Beetle rosa" terminó siendo el mejor presente.
No estuvieron presentes los primos directos de Lilibet, los príncipes George y Louis, y la princesa Charlotte, hijos de Kate y William, quienes asistieron durante el día a visitas formales en Gales y por la noche al Concierto del Jubileo en las afueras del Palacio de Buckingham.