La Reina Isabel II se encontró con un drama en el aire este martes cuando una tormenta eléctrica obligó a su jet privado a abortar su aterrizaje en Londres y dar vueltas sobre la capital durante 15 minutos.
Su avión de 13 plazas intentó aterrizar en la base de la Real Fuerza Aérea de Northolt, al noroeste de Londres, antes de que el piloto volviera a elevar el avión y comenzara a rodear el área.
Despegó de Aberdeen, Escocia, pasadas las 13 horas con un aguacero y llegó a Londres con tormenta eléctrica, lluvia y granizo. A medida que el clima se despejaba, el piloto realizó un segundo aterrizaje exitoso.
El Palacio de Buckingham confirmó que el vuelo de Su Majestad tuvo un aterrizaje abortado debido a un rayo, pero dijo que no había preocupaciones de seguridad para la monarca.
"En circunstancias como esta, no se toman riesgos y era correcto abortar el aterrizaje durante los rayos", dijo un informante a "The Sun".
La Reina regresaba desde Balmoral, donde se quedó cinco noches antes de la semana de su Jubileo de Platino. Fue conducida desde el Craigowan Lodge de la finca escocesa al aeropuerto, donde abordó el avión de 13 pasajeros en un hangar privado.
El aterrizaje estaba programado para una hora y media más tarde en Northolt, pero dio vueltas sobre la ciudad durante 15 minutos.
Después de un aterrizaje seguro, la monarca fue vista llegando de regreso a Windsor, con su amado perro corgi, mientras se alista para el Jubileo de Platino que comenzará el jueves.