Rihanna aparece descuidada en Miami; debe sujetarse vestido y equivoca medida del calzado

Rihanna (34) está embarcada en una misión que no es menor: seguir con su carrera artística mientras cría a su hijo que apenas se encumbra por los seies meses de vida. Tal vez no está preocupada de tareas que en otras ocasiones habrían sido prioritarias, como son los detalles de su vestuario cuando se exhibe públicamente.

Un ejemplo vivo de esta situación se vivió anoche en Miami, cuando la cantante de Barbados apareció junto a su pareja, el rapero A$SAP Rocky (34), en el prestigioso restaurant Carbone, con un maxi vestido negro muy escotado, sin tirantes y transparente, que complementó con un bolso pequeño y tacones abiertos.

Ataviada con un reloj brilante y una cadena dorada que le colgaba más abajo de la cintura, la cantante ingresó con lentitud al restaurante especializado en gastronomía italiana, lugar frecuente de las celebridades que residen en la ciudad de Florida.

Todo parecía un ingreso normal de una figura famosa, rodeada de una serie de paparazzis que ya tienen el recinto como punto fijo de cobertura, más aún cuando delante suyo iba el rapero A$AP Rocky abriendo paso, con una camisa a rayas azules y unos pantalones, también a rayas, pero blancas y negras.

Rihanna aproblemada con vestido y zapatos

Fue en el ingreso al restaurant Carbone que Rihanna comenzó a tener serios problemas con su vestido sin tirantes. Debido al movimiento de su caminata, que no era rápia pero sí rítmica, para no quedar muy atrás de su pareja, el largo y transparente atuendo de la artista comenzó a desplazarse hacia abajo. 

La cantante, que lucía su cabello oscuro largo y rizado, al darse cuenta que uno de sus pechos corría el riesgo de quedar al descubierto, debió ayudarse de sus manos. Primero puso la izquierda, y luego encontró que la derecha cumpliría mejor el propósito de sostener la parte superior de su maxi vestido, y de paso evitar que un accidentado y potencial topless quedara a vista y paciencia de los testigos.

Pero en su caminar, Rihanna dejó ver otro detalle que también seguramente la incomodó. Los zapatos descubiertos, puntiagudos y con un taco de de unos 5 centímetros, tenían una superficie inferior al ancho de las falanges del pie de la cantante.

Cuando Rihanna dio unos pasos más largos, se vio que uno los dedos de su pie izquierdo claramente estaba pisando el fuera de la plataforma del calzado, y muy cerca de tocar el piso, con el riesgo de que pudiera sufrir un percance accidental o sufrir una fractura o dolorosa torcedura.. Aunque no tuvo sobresaltos al ingresar a Carbone, no fue ni por cerca la más glamorosa de las entradas de quien ostentó hace unos años el trono de la reina del pop.