El rey Carlos III prohibió el consumo en las residencias reales del paté de foie gras, el controvertido paté descrito por los defensores de los derechos de los animales como "tortura en una lata".
El soberano es detractor de larga data de la exquisitez francesa. La retiró del menú de sus residencias reales como Príncipe de Gales desde 2008, cuando instruyó a los chefs de Clarence House que no la usaran.
Mientras que los gastrónomos elogian el rico sabor del caro producto, muchos critican el método de producción. Consiste en alimentar a la fuerza a patos o gansos hasta que sus hígados revientan, lo que es considerado como una crueldad.
Una portavoz de la organización Peta dijo: "El Rey Carlos III eliminó el foie gras, un producto despreciable por el cual los patos y los gansos son alimentados a la fuerza hasta que sus hígados se hinchan hasta 10 veces su tamaño natural antes de que los animales sean sacrificados".
Y agregan que "hemos recibido confirmación de que la política compasiva de Su Majestad se extiende al Palacio de Buckingham y todas las demás residencias reales. Alentamos a todos a seguir el ejemplo del Rey y dejar el foie gras fuera del menú esta Navidad y más allá".
El diputado Sammy Wilson tuiteó: “Liderazgo real del Rey. La venta e importación de Foie Gras debería prohibirse en el Reino Unido. Es hora de que el Parlamento actúe".