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El Rey Carlos III heredó las joyas de la Corona de la Reina Isabel II, algo que sencillamente es invaluable. Pero hay una pieza que es su amuleto y no se separa jamás de ella.
Se trata de un anillo de oro que siempre lleva consigo en el dedo meñique izquierdo. Es tanta la devoción por la joya que no se atreve a salir de casa sin él.
La sortija está grabada con el símbolo del Príncipe de Gales, un título que Carlos utilizó durante 64 años antes de la muerte de su amada madre. El título hoy pertenece al Príncipe William.
El anillo está hecho con oro galés, de acuerdo con la tradición de la familia real para sus bodas. La mayor parte del oro proviene de la colección personal de la Reina de la mina de oro Clogau St. David, en Dolgellau, Gales.
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El anillo tiene un precio estimado de cinco mil dólares, pero su mayor valor no es el monetario. Dentro de su historia aparece que fue usado por el príncipe Eduardo, el duque de Windsor, quien fue príncipe de Gales antes de ascender al trono, y data de hace 175 años.
Maxwell Stone, director creativo de Steve Stone, dijo en "Hello Magazine" que "el rey Carlos III ha tenido y usado este mismo anillo de sello desde los 70. El bisel claramente grabado con la cresta del Príncipe de Gales".
El experto agrega que "el anillo tiene un peso de 20 gramos. Los anillos de sello se usan comúnmente como reliquias familiares y se han transmitido de generación en generación".