Meghan Markle recibió soterradas advertencias acerca de lo inconveniente que sería entrar en guerra con Hollywood y las "consecuencias desastrosas" que eso podría traer para la productora de cine y televisión de los duques de Sussex.
En su último capítulo del podcast Archetypes, la ex estrella de "Suits" se dedicó a condenar los estereotipos asiáticos "tóxicos" de algunas películas. Meghan puso énfasis en criticar el personaje de Lucy Liu en "Kill Bill".
Un jefe de estudio le dijo a "Express UK" que Meghan "está moviendo las plumas al atacar películas icónicas de hace 20 años sobre la base de la moralidad actual". Y agrega que "se está enfrentando a los estudios con los que ella y el Príncipe Harry podrían esperar hacer negocios a futuro".
"Meghan estará jugando con fuego y eso podría tener consecuencias desastrosas para su compañía Archewell", añadió.
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En el podcast de Spotify la semana pasada, Meghan criticó a "Goldmember", el éxito de Austin Powers de 2002 por "perturbar sexualmente" a las mujeres asiáticas.
Más tarde, la duquesa encendió su fuego en "Kill Bill", de 2003, que presenta a Lucy Liu como líder de una pandilla criminal malvada, declarándolo "un ejemplo del estereotipo asiático dañino de la dama dragón".
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Lucy ha defendido su papel icónico, diciendo que su personaje era uno de los cuatro asesinos femeninos profesionales de diferentes etnias, y agregó: "Podría haber estado usando un esmoquin y una peluca rubia y aún así me habrían etiquetado como una dama dragón".
Mientras tanto, el club de fans de Quentin Tarantino llamó a Meghan "tonta" y la instó a ver "Kill Bill" nuevamente. Y agregó que "Lucy Liu mata a hombres machos y malos. Es una mujer fuerte".